Momentos que nunca se olvidan ni se escapan

" Alguien dijo : la memoria es traicionera, y tenia razón " (película 4 caminos)
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Era tarde. Los rostros estaban apagados por el estres rutinario y de aceleración que caracteriza a Madrid. Lo único que iluminaba sus caras era la pantalla de ese antiguo ordenador que tardaba siglos en encenderse, haciendo que la situación empeorara por la impaciencia de ver aquel cachito de historia.
La luna era la única que estaba tranquila esa noche. Ella era la única que nos observaba atentamente con aquella luz especial que la ilusión dejaba ver en medio de tanto nerviosismo.
La sonrisa de la luna empezaba a reflejarse en nuestras caras conforme el ratón mordía aquel titulo "Momentos que nunca se olvidan ni se escapan".
El silencio se rompía con la melodía de entrada de aquella presentación que pretendía resumir esa "historia que pretendimos contar con la memoria y el corazón".
Treinta minutos de ojos conectados con los recuerdos, casi sin parpadear, a los que acompañaba un millar de sonrisas montadas en un tren de carcajadas, cuyo destino seria observar como, cada imagen que aparecía en esa pantalla, se reflejaba en aquel espejo llamado corazón que reproducía cada chapuzon nocturno de una noche de risas, música y, algunas veces, salpicadas de alcohol, cariño y alguna que otra locura.
El silencio fue el único que rompió esa burbuja de alegría, poniendo aquel "continuara".Entre la oscuridad al apagar el monitor, aparecía la luna guiñándonos un ojo, haciéndonos notar como, aquella lágrima de felicidad que humedecía esos rostros ya tranquilos y sonrientes, nos enseñaba la moraleja de esta historia.
Y, si!! la memoria es traicionera pero, a veces, gracias a ella revivimos momentos tan especiales que nos pueden dar el empujoncito que necesitamos para volver a encontrar nuevos momentos de felicidad y construir así una nueva historia que contar.

Luna