Hacia mucho tiempo que ella no iba a visitar ese parque. Llevaba meses sin escuchar el sonido de los pajaros acompañando los gritos de sus pequeñ@s y las quejas de sus respectivas madres porque tienen miedo de que se caigan del columpio.
Ella siempre habia tenido dos favoritos. Eran un niño moreno de unos 5 añitos de edad con el pelo revuelto y los mofletes diana perfecta para los pellizcos de alguna abuela. Tenia unos ojos verdes de niño travieso que hace juego con la mueca que se le marcaba al sonreirla. La sonreia a ella, mi otra favorita. Una niña de cabellos morenos con el pelito rizado quizas un poquito mas alta pero que no derivaria mucho de su edad. La niña en cambio tenia unos ojos negros grandes y con mucha ilusión por descubrir nadie sabe aun que cosas pero que fuera lo que fuera deberia ser algo muy emocionante para tener ese brillo tan especial. Los dos tenian algo en común y era que siempre jugaban solos.
Ella los llevaba observando muchisimo tiempo incluso los habia visto crecer. Los habia visto enfadarse y tirarse arena, escupirse de la rabia, tirarse de los pelos, morderse...pero sobre todo les habia visto hacer las paces, abrazarse y volver a jugar juntos como si nada hubiera pasado. Siempre jugaban a hacer castillos en ese parque donde la arena era escasa por lo que tenian mas merito. Ellos siempre tenian mas merito que los demás porque no tenian ni cubos ni palas, ni comba , ni cochecitos. Ellos jugaban con las manos y se ensuciaban juntos.
Ella siempre los miraba a ellos.Cualquier otra persona los veia como otros niños cualquiera que sus madres dejaban en el recinto de los columpios para poder dar a la charleta con sus amigas. Pero ella no los veia asi. Ella sabia que eran especiales. Eran sus niños del parque.
A ella le daba miedo que se pelearan y no se volvieran a hablar, que perdieran su inocencia o que cientos de kilometros se interpusieran entre sus juegos. Y ella solo deseaba que crecieran juntos y llegaran algun dia a enamorarse.
Luna...
